jueves, 4 de diciembre de 2008

Terapia con perros: ventajas y experiencias

Terapia con perros: ventajas y experiencias


La terapia con perros está muy bien documentada con miles de experiencias y casos clínicos exitosos con ancianos o gente con bloqueos emocionales. En este artículo tenéis algunos de los casos de experiencias y beneficios de la terapia con perros.

Experiencias de terapia con perros

Brickel, en 1979. Destaco como principal beneficio la sensibilidad del paciente. Los perros eran el principal tema de conversación entre ellos y entre pacientes-personal. Otros beneficios de la terapia con perros eran el placer físico de acariciar a los perros.

Estudio JACOPIS, en 1981. Los resultados obtenidos por ellos indicaron una mayor alegría entre pacientes, se estimulaba la risa, la felicidad, el sentido del humor. Se mejoraba la relación entre pacientes y paciente-personal.

Terapia con perros en una residencia geriátrica de Ohio: El estudio fue dirigido por Robert Andrysco, en la residencia geriátrica de Westminster Thurber. De los 23 residentes que participaron, 15 mejoraron significativamente en las áreas de actividad, comunicación verbal, conversaciones con animales, socialización con el personal y con los otros residentes.

También se menciono el caso de una anciana que engañaba y abusaba del personal, verbal y físicamente, ya que estaba convencida de que intentaban herirla. Al empezar a acariciar el perro, en 6-8 meses, se integró hasta tal punto que ayudaba a los nuevos residentes. Según Andrysco "ella se fiaba del perro, después transfirió su confianza a mí, y finalmente al personal de la residencia. Fue nuestro milagro".

En una encuesta realizada en los EEUU, se observó que las personas mayores de 65 años que poseían un perro sufrían depresión con menor frecuencia que los que no lo tenían. Se concluyó que el perro podría actuar como soporte de las emociones, pasando a ser un ser en quién se puede confía y a quién se le habla, dándosele así al anciano un apoyo ante el aislamiento y la soledad.

Otro estudio, sobre terapias con perros, realizado en América del Norte concluyó que las personas que tienen perros o contacto frecuente con ellos, realizan menos visitas al médico. Esta realidad parece ser debida a la disminución del stress, debido a los beneficios que el animal le da a su dueño, no sólo con pasearlo, darle de comer... sino que le crea una serie de rutinas diarias.

Cusack en un estudio con ancianos observa de nuevo que los animales de compañía mejoran psicológicamente a esos ancianos, además de su sentido del humor, debido al entretenimiento que le produce.

Beneficios de la terapia con perros

Según diversos estudios de investigación, y comprobados por nosotros mismos en los previos a la terapia con perros, se ha demostrado que uno de los problema que más sufren los ancianos, es la soledad. Por eso uno de los objetivos propuestos, es dar cariño a través de los perros a los ancianos, para así disminuir el sentimiento de soledad y aislamiento.

La terapia con perros, también aporta unos beneficios físicos. El simple hecho de acariciar al perro, provoca un relajamiento, lo cual se traduce en una disminución de la presión arterial.

Además de los movimientos del brazo, la mano y otras partes del cuerpo, que se ven obligados a realizar para acariciar a los perros, durante las sesiones de terapia con perros. Estas acciones obligan a realizar unos movimientos, a estirarse, a volverse...

Así hemos visto como tras las sesiones de terapia con perros, despertamos una diversión en los ancianos. A nuestra salida rara vez se acuerdan del dolor que les acuciaba, de la rutina que les aburría. Sino que nos vamos dejando una conversación sobre perros, conociendo a nuevos residentes o recordando la memoria de sus mejores momentos con otros perros.

Así vemos como el perro es canalizador de conversaciones no sólo entre residentes, sino también entre residentes y cuidadores. Ancianos introvertidos, que no se relacionan con los demás ni se integran, parecen cambiar tras la llegada de la terapia con perros, se inician en conversaciones con los perros, guardarles comida, y acaban preguntando cuando vuelven los perros, que comen, como se les enseña a los perros para terapia.

Favorecemos el intercambio afectivo, aquí dan y reciben cariño. Y a esas edades suele faltar el recibir, lo cual acelera los procesos seniles.
El anciano adquiere nuevas responsabilidades, lo que le hace volverse más activo, se preocupa más por si mismo, dejando así el abandono en el que se sumen, tras la soledad. Su vida toma ritmo con la terapia con perros, espera el día de llegada, están pendientes del perro.

Y todo eso para que con la llegada del perro, una sola caricia, una sola mirada del perro, nos lleva a ver como siguen sintiendo, quieren, conocen, viven...



Autor: Sergio A. Otal Escartin
Veterinario y psicólogo canino
Articulista de Enbuenasmanos
www.terapianimal.com

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