miércoles, 31 de diciembre de 2008

DARSE CUENTA


A unas horas de el 2009, me doy cuenta de todo lo que ha sucedido en este tiempo, y más allá
de momentos de consumismo y excesos, es buen momento para la reflexión, lo que
hemos crecido, lo que hemos dejado de hacer por miedo, de lo que queremos pero también
de lo que ya no queremos.
Momentos de vivir el aquí y el ahora, de conocernos más de entender nuestro estado de seres
sintientes de cambiar nuestro mundo para provocar cambio en todo lo demás, de vivir y de
reconocer la sincronicidad que nos hace ser parte de un todo que funciona de acuerdo a
un cotidiano necesario y evolutivo, a tener la capacidad de abrir los ojos del alma y ver
más allá de lo palpable, lo que tiene forma y se ve.
Momento de sentir y de dejar sentir, momentos de apertura a las diferentes formas de ver
las cosas, religión, dogmas, rupturas, estados de consciencia diferentes que sólo
nos llevan a crecer y ensanchar caminos llenos de luz y de vida, llenos de olor, de sabores
diferentes, de texturas, de emociones, de....vida.
Momentos de darse cuenta lo que es uno para empezar a entender lo que nos rodea, a los demás
y a lo demás. De entender que formamos parte de algo grande que vemos afuera pero que sólo es
reflejo de lo que hay en nuestro interior, una vastedad infinita, que llena e irradia hacia afuera
y que rebota hacia adentro para percatarnos de esa chispa divina que tenemos todos y cada uno
así como todo lo aquello que forma parte de el mundo y el universo.
Momentos de el vivir día a día con lo que viene, con lo que estuvo y con lo que hay, con todo
aquello que forma parte de la fé de vivir, porque un acto de fé nos hace estar vivos y aunque llega
a ser tan complicado, entender que no importa que no tenga explicación es y está, no importa
el nombre que le otorgamos nos rodea, nos llena, y está ahí...Dios, Vida, polvo de estrellas, todo
y nada, está y no está, sólo para formar parte de lo que ahora nos hace seres llenos de sueños,
oportunidades, anhelos, emociones, respiros, pérdidas, duelos, y sólo es cuestión de DARSE
CUENTA.

Con Amor
Carpe Diem
Nancy Carranza

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