miércoles, 24 de septiembre de 2008

EL YO...GA (en las cuatro vertientes)


El Yoga, practicado con humildad y amor, y una dosis suficiente de confianza transforma al ser completo, y lo hace en las cuatro vertientes en las que se desarrolla el ser humano.


Plano Intelectual


Estimula la atención consciente, liberando el intelecto de lo que llamo “ruido”. Entonces, podemos llegar a distinguir la cualidad de nuestros pensamientos e imágenes asociadas. No intentamos empujarlos o violentarlos. Simplemente nos hacemos conscientes del contenido. Esa labor mejora la memoria. Enriquece la calidad del mundo intelectual. Aumenta la sensibilidad que nos ayuda a aprehender el mundo con todos los sentidos. Nos facilita la labor del aprendizaje de cualquier materia, ya sea intelectual, espacial o manual. Nos ayuda a organizar y utilizar nuestro caudal de pensamientos, que al final nos conducen siempre a la acción. Y sobre todo, nos introduce en el acceso al VACIO, que es donde emana todo nuestro ser.

Plano Emocional


La Terapia de Yoga estimula la ecuanimidad emocional y la armonía en el mundo de nuestros afectos. Las emociones tienden a “movernos”, y nos empujan en todas direcciones. El pensamiento y la emoción se manifiestan casi al unísono, confundiendo nuestra alma para la acción. Al sentir mayor claridad intelectual podemos aceptar conscientemente y recibir nuestras emociones, y sin dejrlas actuar, dejamos que fluyan como el agua de una fuente. Así dejamos comportamientos compulsivos, y entramos en comportamientos reflexivos, con mucha más capacidad de decisión. Todos sentimos muchas veces el influjo maléfico, de la terrible rueda de molino de “pensamiento-que genera emoción-que-genera-a-su-vez más pensamientos” y nos hace vulnerables a las neurosis y el agotamiento físico y mental.

Plano Corporal-Físico


Promueve un estado más fuerte y armonioso en todo nuestro ser físico. Por lo tanto el universo de la materia que nos circunda. El mundo de las cosas cotidianas ya no nos parece tan amenazador. Podemos alcanzar mayor ímpetu. Claridad mental. Voluntad de acción y tranquilidad anímica, lo que se traduce en un calidad de vida altamente mejorada. En el caso de sufrir dolencias crónicas o pasajeras es maravillosamente eficaz para paliarlas.

Creativo-Sexual


Antes de ser nada somos seres sexuales. De la cuna a la tumba. Nos enamoramos no solamente de personas, sino de ideas, pensamientos, culturas, cosas materiales, y transformamos nuestro mundo. Esa capacidad de mantener a flote las transformaciones está generada por la potencia sexual, de la que los deseos, la voluntad, el entusiasmo vital, y la necesidad de sobrevivir es básica. Cuando fallan, estamos desangelados y sin ganas de vivir. El aburrimiento nos invade y la vida se vacía y se seca. El Yoga nos potencia esa capacidad, y cuando por enfermedad o vejez nos fallaran las fuerzas, encuentra una multitud de apoyos en nuestra espiritualidad, de la que emana todo lo que somos.

http://www.loderosaymiguel.com

1 comentario:

yaakunah dijo...

El Yo....Ga, en mi vida me hizo cambiar, mi forma de respirar y de ser ante la vida. A veces hay personas que cambiamos por fuera y vamos hacia adentro, o alrevés, el chiste es hacerlo.
Mi cuerpo mi estructura psico-corporal reflejeba muchas cosas, limitantes, miedos, mecanismos de defensa, tenía una joroba en la espalda que no me permitía sentirme libre, mis hombros enconchados protegiendo mi corazón, mi rigidez, mi forma limitada de ver las cosas, el acercamiento con el yoga me cambió no solo la postura corporal, sino la postura ante la vida, y a partir de ahí los cambios vinieron desde adentro.
El cambio es parte inherente de la vida, de el cotidiano, de dejar de ser para ser realemnte lo que queremos y sentir nuestro espacio en el mundo, y con nosotros mismos.